Uno de los grandes dilemas humanos es el futuro. Nadie sabe con certeza lo que puede pasar en un día, en una semana, en un mes, en un año. Sólo podemos hacernos suposiciones que normalmente resultan erróneas, y que pueden llegar a crearnos falsas ilusiones que después se clavan en nosotros como pequeños trocitos de cristal. La vida no está para vivir pensando en el futuro, en lo que pasará, sino para disfrutar del presente, de lo que se tiene, de lo que se puede saber. Porque si vives pensando en lo que vendrá, tu vida se basará únicamente en lo que puede ser, y no en lo que es, y las decepciones se sucederán continuamente, pues la imaginación muchas veces supera la realidad, y nuestras expectativas suelen ser mucho más altas que lo que el futuro nos depara. Por eso lo mejor es vivir pensando en ti, no en el futuro, pensando en que sólo importa el ahora, ni el ayer ni el mañana, sólo el ahora. Porque quién sabe si acabarás siendo presidente? Quién sabe si tu futuro es vivir debajo de un puente? Quién sabe si serás un delincuente, huyendo de la policía y refugiándote de ti mismo entre la gente?
Nadie sabe lo que el destino nos depara. Sólo tú puedes elegir ese camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario